Hoy comienzo a entregarte mi escritura. Este blog tiene una sola intención: entregarte mis sentidos en forma de letras. Escribo de todo, de lo que veo, huelo, toco, escucho y saboreo. De Negocios, de Arte, de Historias de Vida, de Viajes, Libros y de Ideas. La Poesía también se hace presente en mis dedos. Espero que mi mundo te guste y que con él, puedas dar un pequeño salto para la introspección. La Metáfora se vestirá de fiesta también, porque creo firmemente que los envoltorios hacen que los “dentros” se vuelvan más fáciles de asimilar. Las realidades se ven mejor desde fuera, desde lejos, desde otro punto.

Así que mi primera entrega sucede comenzando el 2022. Sumergidos en una Pandemia, acto que ni siquiera pensábamos vivir, es fácil el encuentro de Ideas.

Los Proyectos gritan en una voz interior; se dice que si algo resuena en tu cabeza por más de tres días, está listo para salir. Difícil ejercicio el darle forma a algo que tiene meses de retumbar. Así que este blog es producto de este ejercicio. Contar historias y comunicarme es algo que hago con frecuencia, sin embargo el escribirlas es otro tema. Se necesita ese momento interior que se disfrace de trinidad: Cerebro/ Pensamiento/ Escritura,  en conjuro con un espacio de paz. Con este espacio pretendo ponerle letras a vivencias, personas, diálogos, conocimiento y así, darle a mi entorno algo positivo. Contarte lo que pasa en mi día a día, para encuadrar momentos, encuentros y poner ahí afuera un escrito que motive.

Y toca hoy el turno de explicarte el porqué del nombre de este blog. Hace varios años en una cena con amigas platicábamos de la trama de Comer, Rezar y Amar. El famoso libro siempre me ha gustado en el sentido que despierta una luz a toda la gente que se busca así misma. Se necesita coraje para dejar todo y lanzarte a la aventura de un año de incertidumbre. Y así han sido los 2020’s.

Pero volvamos a la cena…una amiga me vio fijamente a los ojos y me pregunto con aire casi Napoleónico, ¿Cuál es tu palabra favorita? Confieso que me quede helada ante semejante pregunta, ¿palabra? ¿Que no hay miles palabras hermosas? Por un instante lo pensé, y con mi estilo casi desenfadado respondí…CERTEZA.

Su sonido en varios idiomas me gusta, es decidido, marca pauta, es como si lanzaras una piedra y cayera de repente en un solo punto. Certeza. Esta palabra denota sensatez, y para mi gusto, habla de lo cierto, de lo que puedes tocar, ver, palpar. Certeza es ver las cosas como son, y dejar que las envuelva un celofán de esperanza y magia. Los hechos vistos como son, buscándole el lado divertido y posiblemente, modificando algo. Pero Certeza se convierte el algo que puedo tener en mi mano para después saber que tengo varias oportunidades de abrazar, cambiar y lograr algo muy deseado. Y así sin más, Certeza se convirtió en mi ganadora.

Este blog es llamado La Certeza de una Historia, así que en este espacio encontrarás vivencias e historias que muestren ambos lados de esta favorita: hechos con su envoltorio divertido. ¿Te has puesto a pensar cuál es tu palabra favorita? Y más aun, ¿qué tiene de especial que la convierte en tu ganadora? La cena termino un tanto filosófica y gracias a esto, conociéndonos más. Una palabra dice mucho de la persona. Y sí, tuve la Certeza de pagar mi cena integra con la esperanza de tener siempre pláticas mágicas con este grupo de mujeres. Y así ha sido.