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De Himnos y guerras…

Uno de los símbolos más importantes de una nación es su himno. ¿Pero qué es un himno? Según la RAE la definición llana es: “Composición musical emblemática de un estado, acontecimiento o asociación”.

Así que para ser exactos, un himno nacional envuelve la cultura, emociones, usanzas de un pueblo que se identifica con la letra que canta al son de elevar el brazo derecho y doblarlo señalando el corazón propio.

Un himno es aquella melodía que hace un alto en actividades para recordar que la nación es prioridad y que pase lo que pase, somos integrantes del mismo equipo. A su vez, es notorio recordar que marcan épocas que ya no están vigentes pero que sin lugar a duda, adaptarlos a la modernidad sería un verdadero caos. Cada nación, imaginen, cambiando su canción de identidad en cada época, presidencia, lapsos de avance.

Así que la historia de los Himnos Nacionales, de cada país es interesante. La mayoría muestran defensa, milicia, defensa, límites. Son embalsamados por orquestas nacionales con tambores ruidosos y trompetas llorosas.

El auge de los himnos surgió en el siglo XIX, ese siglo que enaltece la belleza, la destrucción y edificación, la marca de agua de cada zona territorial mostrando al mundo su lenguaje musical.

Anterior a ese siglo y como promotor del primer himno fue el de los países bajos llamado Whilhemus. Marcaba el término de la guerra de los ochenta años y su melodía, escrita más tarde es el himno que actualmente se usa en la nación naranja. Ese sería el primer himno que se instituye como tal. Aplausos a una guerra culminada, canción con melodía de paz.

A partir de esas épocas las naciones, sin ponerse de acuerdo, mostraron un incipiente color de ritmo para así identificar a su gente. Cada nación elegía por comité presidencial a los compositores que serían los que alargarían su mano para escribir las letras perpetuas. Un dato interesante es que los himnos nacionales han sido compuestos por compositores desconocidos. Es interesante pensar que una canción tan popular se otorgaba a los que todavía no tenían fama. Después de eso el reconocimiento llegaba, pero su nombre apenas era escuchado.

Algunas naciones han remodelado su himno en la parte de música. Así, poco a poco las melodías se actualizaron hasta que el día de hoy no tiene movimiento.

El himno nacional de México es considerado por expertos el segundo más bello después del francés con su Marsellesa. Y es que las formas elegantes y de orden siempre han sido muy altas en la nación de la mantequilla y el buen gusto.

A lo largo de la historia se sabe que el compositor del himno de México fue Francisco González Bocanegra y Jaime Nunó Roca puso la música. El primer himno fue plasmado en partitura de la cual hoy sólo se tienen tres copias. Una en Archivo General de la Nación, otra en la Biblioteca Nacional y la última en el Museo Nacional de Historia. Era extenso. Muy extenso.

A lo largo del tiempo se fue impregnando de nuevos eventos en los cuales se cantaba a todos pulmón, como los deportivos. Antes de esto, sólo se cantaba en los que se tenía al Presidente de frente y la milicia de lado.

Luego, más tarde, en la radio nacional todas las noches a partir de las 10:00. Para recordar, para deletrear algo que pudiera ser no reflexionado de muchos. Y es que sucede que a veces se canta sin pensar, sin detener la lengua, sin saber qué estoy gritando en el estadio de futbol.

La letra se conforma de cuatro estrofas y un estribillo y fue modificado por el presidente Avila Camacho y se oficializó en el gobierno de Miguel de la Madrid. Resulta que las anteriores hacían impacto con las personas no gratas de Iturbide y Santa Anna. Y así se modificó una pieza de identidad que marcaba el cambio de la misma.

A su vez el himno está protegido por nuestro artículo 42 sobre escudo, bandera e himno. Sus modificaciones necesitan pasar por la cámara baja y alta y su uso es estricto.

“Solo se utilizará total y parcialmente en actos solemnes de carácter oficial, cívico, cultural, escolar o deportivo.”

 Su guardián es la Secretaría de Gobernación y a su vez, la de Relaciones Exteriores en uso fuera del territorio nacional.

Hace pocos años la polémica del Himno se forjó en México. Y sería raro pensar que no sucediera cuando una sola acción, por minúscula que pase es objeto de opinión. Que si el libro, que si el evento, que si el aeropuerto, que si las llegadas de autobuses, que si el peinado, que si la mirada…

En el sexenio Calderonista de la crueldad y matanza del 2006 al 2012 varios activistas de paz, entre ellos Javier Sicilia y Alejandro Martí mostraron que el himno era cruel, guerrero, de lucha. Y es que cantar por varios años que somos los mexicanos a grito de guerra, según muchos, hacen que se crea a pie de letra lo que se nos mostró en la fila del colegio.

El himno para muchos justifica la guerra y entrecomilla un momento que no se vive. El himno, para varios, necesitaría hablar de paz.

Y es Septiembre y hoy se comienza el mes de la identidad. Un mes de lluvia y frescor a tanto calor pasado. Es un mes donde los mexicanos tomamos el tequila enserio y lloramos con los mariachis vestidos de negro.

Hoy te muestro la historia del himno y te invito a reflexionar la letra que cantas cada día de asueto. Hoy te la muestro para que decidas si México es así…hoy mi opinión no vale, sólo vale la pausa para invitar a mis lectores.

//CORO//

Mexicanos, al grito de guerra

el acero a prestad y el bridón,

y retiemble en sus centros la tierra

al sonoro rugir del cañón.

ESTROFA I

Ciña ¡oh Patria! tus sienes de oliva

de la paz el arcángel divino,

que en el cielo tu eterno destino

por el dedo de Dios se escribió.

Más si osare un extraño enemigo

profanar con su planta tu suelo,

piensa ¡oh Patria querida! que el cielo

un soldado en cada hijo te dio.

ESTROFA II

¡Guerra! ¡Guerra sin tregua al que intente

de la patria manchar los blasones!

¡Guerra, guerra! Los patrios pendones

en las olas de sangre empapad.

¡Guerra, guerra! En el monte, en el valle

los cañones horrísonos truenen

y los ecos sonoros resuenen

con las voces de ¡Unión! ¡Libertad!

ESTROFA III

Antes patria, que inermes tus hijos

bajo el yugo su cuello dobleguen,

tus campiñas con sangre se rieguen,

sobre sangre se estampe su pie.

Y tus templos, palacios y torres

se derrumben con hórrido estruendo,

y sus ruinas existan diciendo:

de mil héroes la patria aquí fue.

ESTROFA IV

¡Patria! ¡Patria! Tus hijos te juran

exhalar en tus aras su aliento,

si el clarín con su bélico acento

los convoca a lidiar con valor.

¡Para ti las guirnaldas de oliva!

¡Un recuerdo para ellos de gloria!

¡Un laurel para ti de victoria!

¡Un sepulcro para ellos de honor!

//CORO//

Mexicanos, al grito de guerra

el acero a prestad y el bridón,

y retiemble en sus centros la tierra

al sonoro rugir del cañón.

Siempre hay alguien que te espera…

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