Skip links
 
 

Cuando un veneno pone fin a las preguntas…

-Yo sólo sé que no sé nada.-

Poderosa frase que siempre repetimos en ocasiones diversas para expresar de cierta forma la ignorancia y sed de aprendizaje. Sócrates de Atenas fue uno de los más importantes filósofos tanto de la filosofía occidental y universal. Nació en el año 470 A.C según los datos. De Sócrates se sabe que fue maestro de Platón, que a su vez fue maestro de Aristóteles. Estos tres nombres bautizados desde hace mucho como los más grandes filósofos que hayan existido. Pero de los dos últimos tenemos registros por medio de sus obras escritas, algunas de ellas dando fe de actos que el mismo Sócrates hizo. De una forma más sencilla, sabemos de Sócrates por las letras de sus discípulos. De él, ni una pluma. Sócrates creía en la acción antes de la escritura y prefería pasear por las plazas, mercados y caminos de Atenas realizando lo que más amaba: lanzar preguntas a sus escuchas para que ellos mismos pudieran conocerse a sí mismos. Así de simple, así de complicado. Se dice que Sócrates tenía algunos horarios establecidos en ciertos lugares de la ciudad y que la gente acudía en plan de pensar, reflexionar y crecer como personas. Sus preguntas frecuentemente hacían dudar a las masas e incomodaban a las élites, religiosos y gobernantes. Lo hacía de forma gratuita, libre, llena de entusiasmo.

Para mí, el ejercicio de Sócrates hoy tan rescatado por psicoterapeutas, mentores e individuos en solitario es tan valioso como un diamante amarillo. El juego de palabras, de pensar antes de abrir la boca a la respuesta, el comparar tiempos y analizar antecedentes es la joya de la corona de un buen autoconocimiento. Así, sabemos que hoy no pensamos como ayer y que cambiar de opinión es de sabios. Ver otras ópticas, poner la mente a funcionar.

Sócrates decía que esa era la filosofía pura y yo estoy de acuerdo con él. Para el filósofo, el caminar lanzando preguntas hacia otros y para él mismo movía los pies a un pequeño centímetro más de recorrido. Avanzaba, cuestionaba, dudaba, acertaba. Así, con todo éste método anotado por otros, el llevó su vida. Era querido por unos, temido por otros y en su ascenso de aceptar que no sabía nada y que necesitaba aprender comenzó a dirigir palabras que incomodaron a muchos. Los jóvenes aprendían a dudar, a ser más reflexivos. Los adultos, a discernir y a mirarse continuamente en ese espejo que es la vida misma.

Sócrates, al final de sus días, estaba en desacuerdo con la deformación de la Democracia e insistía en que sólo los filósofos podrían ser buenos políticos. Sus palabras lo llevaron al calabozo y a un proceso para ser juzgado con pena de muerte. Se dice que tuvo muchas oportunidades para salvarse, que el pago de condena estaba en su bolsillo, que tenía grupos de amigos que juraron sacarlo de esa cueva con piedras pero él no insistía en salir. Defendió, eso sí, sus palabras a capa y espada y creía en esa incomodidad que forma personas más valientes, más dispuestas a mejorar y más abiertas al debate.

Creo que Sócrates en su cárcel se cansó de ver cómo su crítica en vez de ser escuchada fue un cerrar de boca y una decepción grande. Así que el de las preguntas incisivas sabía que vendría lo esperado: beber una copa de veneno y así, esperar la muerte.

Luego, como es costumbre en muchas ocasiones, se erigieron estatuas en su nombre. Se mata el conocimiento, se erige su recuerdo.

Sócrates bautizó al método de preguntas como Mayéutica que es en significado el arte de dar a luz. La palabra misma viene del vocablo de partera. Para él, este método consistía en formar opiniones y razonamientos y cuando los practicaba advertía que la mayoría de la gente opinaba sin saber. Así que por todos, él era el incómodo que picaba como un tábano, apodo que se ganó por su práctica.

De Sócrates se puede escribir mucho, hoy lo hago resumido. Hoy lo hago recordando la importancia de preguntar y preguntarnos. Así como el filósofo murió envenenado, el veneno corre por venas que no quieren cuestionarse. Uno de los mejores regalos que podemos hacernos es conocernos cada día, un poco más. Un poquito de lectura, un poquito de análisis, un poquito de ver el otro lado, un poquito de opiniones encontradas y así, formarnos la propia. Y día con día, un poquito más.

De Sócrates sólo sabemos a través de otros. Era tan activo que no se daba el tiempo para escribir. Cuando una pitonisa del Oráculo de Delfos mencionó que él era el hombre más sabio de Grecia, puso en duda al mismo Oráculo. El caminaba sin saber que la gente sabía que todos sabían que su esqueleto vibraba con la sabiduría, con la ética, con el amor y la bondad. El creía que todo ser humano necesitaba ser molestado para crecer en una ciudad que después de eso, brillaría por gente más sabia.

Hoy, en honor a la Mayéutica, a Sócrates y a ti, te regalo preguntas. Estas preguntas pueden incomodarte o al menos, eso espero. Son preguntas que he recopilado en mi práctica de transformación para mí y para otros y que he constatado que son adecuadas por las reacciones de muchos. Hoy quiero picarte como un tábano y que puedas hacer que tu mente practique lo que muchos escuchaban en esas plazas públicas con señores en batas blancas y laureles.

Antes de enlistarlas, recuerda que…

Siempre hay alguien que te espera…

  1. ¿Cuántos años te darías si no supieras tu edad?
  2. ¿Qué es peor: soportar la derrota o nunca intentarlo?
  3. ¿Por qué si la vida es tan corta, hacemos tantas cosas que no nos gustan y tan pocas cosas que nos apasionan?
  4. Si el trabajo ha sido finalizado, todo está dicho y todo está hecho ¿ha habido más palabras o hechos?
  5. Si te permitieran cambiar una sola cosa en el mundo ¿cuál sería?
  6. Si la felicidad fuera la moneda local ¿qué trabajo te haría millonario?
  7. ¿Haces eso en lo que crees o intentas creer en lo que haces?
  8. Si la vida humana durara en promedio 60 años ¿qué cambiarías en la tuya para vivirla al máximo?
  9. Llueve, necesitas que te lleven a casa, un automóvil se detiene ¿quién lo conduce?
  10. ¿Qué es lo que más te preocupa: hacer las cosas bien o hacer lo correcto?
  11. Estás cenando con tres personas que valoras y respetas. Empiezan a criticar a tu amigo cercano sin saber de la amistad que existe entre tú y él. La crítica es humillante e injusta ¿qué harías?
  12. Si pudieras darle sólo un consejo en la vida a un niño pequeño ¿qué le dirías?
  13. ¿Serías capaz de infringir una ley para salvar a alguien que amas?
  14. ¿Has visto locura donde luego viste genialidad?
  15. En tu vida ¿qué haces diferente a todos los demás?
  16. ¿Cómo es posible que lo que te hace feliz a ti no hace feliz a los demás?
  17. ¿Te aferras a algo que hace tiempo has debido dejar ir?
  18. Si te ofrecieran mudarte para siempre a otro país ¿adónde te irías y por qué?
  19. ¿Oprimes el botón para llamar el ascensor más de una vez? ¿Realmente crees que eso hará que venga más pronto?
  20. ¿Qué preferirías ser: un genio neurótico o un tonto feliz?
  21. Si pudieras ser tu propio amigo ¿te gustaría entablar esa amistad?
  22. Llegas a casa y hay un visitante inesperado ¿quién es?
  23. ¿Qué es lo que te hace sentir más agradecido en la vida?
  24. ¿Qué prefieres: perder todos tus recuerdos o no tener la posibilidad de tener nuevos?
  25. ¿Es posible conocer la verdad sin esforzarse?
  26. ¿Tu mayor temor se ha convertido en realidad?
  27. ¿Recuerdas lo que te hizo sentir peor hace 5 años? ¿Eso sigue teniendo el mismo significado?
  28. ¿Cuál es el recuerdo más feliz de tu infancia? ¿Por qué es un recuerdo feliz?
  29. ¿Qué eventos de tu pasado te han hecho sentir realmente vivo?
  30. ¿Si no es ahora, entonces cuándo?
  31. ¿Si no has alcanzado aún lo que quieres, qué puedes perder?
  32. ¿Te ha ocurrido que has estado con alguien durante algún tiempo sin pronunciar palabra y luego piensas que ha sido la mejor conversación de tu vida?
  33. ¿Es posible saber qué está bien y qué está mal sin duda a equivocarse?
  34. Si te dieran un millón de dólares en este momento ¿renunciarías a tu trabajo?
  35. ¿Qué prefieres: tener mucho trabajo y tener la obligación de hacerlo o poco trabajo pero hacer lo que te gusta?
  36. ¿Tienes la impresión de que el día de hoy se ha repetido cientos de veces?
  37. Si todos a quienes conoces murieran mañana ¿a quién visitarías hoy?
  38. ¿Cambiarías 10 años de tu vida por ser alguien atractivo y reconocido mundialmente?
  39. ¿Cuál es la diferencia entre vivir y existir?
  40. Si aprendemos de nuestros errores ¿por qué tememos cometerlos?
  41. ¿Qué harías de otra manera si supieras que nadie te juzgará?
  42. ¿Cuándo fue la última vez que escuchaste el sonido de tu propia respiración o latir del corazón?
  43. ¿Qué te gusta? ¿Tus últimas acciones van de acuerdo a eso?
  44. ¿Cuánto vale tu sufrimiento?
  45. ¿Cuál es la promesa más importante que te has hecho? ¿La cumpliste?
  46. Finalmente, ¿solo sabes que no sabes nada?

Deja un Comentario...

  1. ¡Bendita certeza con la que escribes! En particular la de hoy, ha sido tan auténtica y “diréutica” como la Mayéutica Garciéutica que la escribe.

  2. ¡Bendita certeza con la que escribes! En particular la de hoy, ha sido tan auténtica y “diréutica” como la Mayéutica Garciéutica que la escribe.

  3. ¡Bendita certeza con la que escribes! En particular la de hoy, ha sido tan auténtica y “diréutica” como la Mayéutica Garciéutica que la escribe.

  4. ¡Bendita certeza con la que escribes! En particular la de hoy, ha sido tan auténtica y “diréutica” como la Mayéutica Garciéutica que la escribe.